Vivir el Carnaval de Salvador es participar de la mayor fiesta callejera en el mundo. Menos organizado y espectacular que el de Rio de Janeiro, el carnaval bahiano se distingue del carioca por su carácter espontáneo, efusivo, popular. Los propios brasileños no vacilan en consdierar al carnaval de Salvador como el más divertido de Brasil. Lo que equivale a decir, sin más: es el carnaval más divertido del mundo.
Es también el más grande: dos millones de personas recorriendo casi 20 kilómetros de calle en total, un récord registrado en el Guiness. Son las calles, y no el sambódromo, el escenario de la fiesta bahiana. Cada rincón de la ciudad vibra al ritmo del axé, la música emblemática de Bahía.
Fiestas y desfiles del Carnaval de Salvador
El carnaval de Salvador se inicia el jueves anterior al miércoles de ceniza, cuando el Rey Momo (un bahiano de más de 100 kilos) es coronado y se le entregan las llaves de la ciudad. Éstas serán suyas durante los seis días siguientes, días de fiesta que no para.
Pero si hay un emblema del carnaval de Bahía son los “tríos eléctricos”, camiones musicales que van por las calles sirviendo de escenario a los grupos y cantantes más famosos de Brasil (Ivete Sangalo, Chiclete com Banana, Daniela Mercury, Axé Bahía…). Los tríos son seguidos por los “blocos”, personas que adquieren una entrada para bailar bien cerca de los cantantes.
También se puede bailar y disfrutar la música en la vereda, sin necesidad de invertir mucho. Esta manera de participar se llama “pipoca” (“pop corn”), ya que la gente va saltando siguiendo a los tríos como el pochoclo.
Otra modalidad para ver los desfiles es reservar un lugar en los “camarotes”, palcos altos con comodidades y servicios similares a los de un bar: pista de baile, comidas, bebidas… Hay distintos precios según los lujos (algunos son diseñados para celebridades mundiales) y la ubicación en el camarote. Una opción muy procurada por turistas que desean vivir el carnaval desde un lugar más tranquilo.
Pero no es necesario alquilar un camarote para tomar tragos durante la fiesta. En todo el trayecto hay puntos de venta de bebida llamados “barracas”, que congregan a su alrededor locales y turistas en fiestas improvisadas.
El recorrido tradicional del Carnaval es el Circuito Osmar, por el Centro de Salvador, desde Campo Grande hasta la Plaza Castro Alves. Hay además otros dos trayectos: el Circuito Dodo (desde Farol hasta Ondina, el más panorámico y elegido por los turistas) y el Circuito Pelourinho (por el centro histórico de la ciudad, con blocos infantiles y grupos musicales pero sin tríos eléctricos).
Te recomendamos que para pasar el carnaval en Salvador, reserves con tiempo los pasajes, alojamiento y las eventuales entradas a tríos y camarotes. Como en todo Brasil, Carnaval es la temporada más alta de Salvador, y nadie quiere quedar fuera de la gran fiesta.