Cuando vamos llegando a este conjunto de islas rocosas, con bahías turquesas y vegetación desbordante, solo una cosa se nos viene a la mente: si el paraíso existe, debe ser muy parecido a Fernando de Noronha. Y es que visitarlo implica, literalmente, abandonar la tierra: es un archipiélago virgen en medio del Atlántico, alejado a 300 kilómetros de las costas de Pernambuco y Rio Grande do Norte.
Con una belleza natural que parece pintada, las playas de Fernando de Noronha están en la cabecera de cualquier ranking de playas brasileñas. Para hacerse una idea, la guía Quatro Rodas -una tradición en el turismo de Brasil- otorga cinco estrellas a solo cuatro playas del país. Tres de ellas están en Fernando de Noronha.
Las mejores playas de Fernando de Noronha
El archipiélago es un santuario de preservación ambiental, casi despoblado (se admiten menos de 500 turistas a la vez, más los habitantes que trabajan en turismo) y lleno de playas escondidas, donde la vida marina nos da su mejor espectáculo. En cada playa de la isla principal de Noronha encontramos un paisaje único y exótico, acompañado de cientos de actividades acuáticas y terrestres que son una fiesta para los aventureros y ecoturistas.
Playas de Mar de Dentro (hacia el continente)
Bahía de Sancho: Para muchos es la playa más linda de todo Brasil, y sin dudas cumple los méritos para esta consideración. Tiene aguas completamente transparentes, donde está permitido bañarse, siempre que no se dañe a los corales que allí habitan. También se practica el buceo libre. Se puede llegar en barco, a través de una escalera esculpida en una gran pared de piedra o escalando rocas desde la Bahía dos Porcos. El acantilado que la enmarca ofrece vistas increíbles.
Bahía de Golfinhos: Se llama así por ser un acuario natural de delfines (el mayor del mundo, de hecho). Mirar a los delfines es una de las principales atracciones de la isla, aunque no se permite el avistamiento desde la Bahía: hay que subir al Mirante dos Golfinhos. Por la mañana son cientos los desfiles (adultos y crías) que juegan en la bahía. Algunos paseos en barco autorizados rodean la bahía y permiten disfrutar aún más de cerca estos preciosos animales.
Bahía dos Porcos: Es catalogada como la segunda playa más bonita del país (después de Sancho), gracias a su geografía rocosa con piscinas naturales donde pueden verse peces multicolores. Su acceso es difícil y requiere unos 125 minutos de caminata sobre arena y piedras, partiendo de Cacimba do Padre. El esfuerzo bien lo vale, sobre todo para los amantes del buceo. Los Morros Dois Irmãos, frente a la playa, completan el paisaje.
Playa y Puerto Santo Antonio: Punto de anclaje natural, adonde llega la mayoría de las embarcaciones comerciales y turísticas. Es también, por lo tanto, uno de los focos más frecuentados para el buceo libre. Tiene una pequeña playa de arena blanca y mar tranquilo, con buenas olas surfistas de noviembre a marzo.
Cacimba do Padre: También coronada por el Morro Dois Irmãos, es otra de las playas top de Brasil y sin dudas una meca del surf internacional, con olas que alcanzan los 5 metros durante el verano. Quienes no surfean pueden simplemente sentarse a admirar el paisaje increíble de rocas y vegetación.
Praia da Conceição: También conocida como playa de Italcable, tiene una extensa franja de arena a los pies del Morro do Pico. Es muy procurada por su acceso fácil y sus aguas mansas, ideales para baños. En verano, es también otro de los escenarios para el surf.
Praia do Boldró: Cuando la marea está alta, es una excelente playa para surfear. Con la marea baja, se presta a caminatas ecológicas. Pero su principal atractivo es el Fuerte de São Pedro do Boldró, con su deslumbrante vista desde lo alto del acantilado.
Biboca: Tiene algunos vestigios de naufragios que dan el toque pintoresco a su magnífico paisaje. Los baños están prohibidos, pero las caminatas son un clásico durante la marea seca.
Ponta da Sapata: Es la punta de la isla grande, un pequeño rincón cubierto de vegetación nativa. No es una playa para baños, pero sí es un oasis para los bcueadores. La abertura de su acantilado es famosa por tener la forma de Brasil.
Playas del Mar de Fora (hacia afuera)
Ponta da Air France: Se llama así porque aquí se instalaron los franceses durante la década del 20, dando apoyo a la aviación. Histórica y panorámica, se ubica en el punto exacto donde se encuentran el Mar de Dentro y el Mar de Fora. En esta punta se asienta hoy la Asociación de Artistas y Artesanos Noronhenses. No está habilitada para baños.
Playa de Leão: Toma su nombre de una gran piedra que parece un león marino. Tiene arena blanca, piscinas naturales, un gran morro (Viuvinha) y conserva restos del antiguo Fuerte de Bom Jesus do Leão. Es también el punto por excelencia de la desove de tortugas.
Buraco da Raquel: Su nombre proviene de una de las tantas leyendas de la isla, la hija de un coronel que dicen se escondía en este lugar para encontrarse con su enamorado. Y no es para menos: el gran agujero entre las rocas es un escenario tan exótico como romántico. Aunque está compuesta por preciosas piscinas naturales, no se autorizan los baños por motivos de conservación ambiental.
Bahía del Sudeste: Mar tranquilo y mucha fauna marina para disfrutar buceando (solo en las áreas indicadas). La calma del agua se favorece por la presencia de varias islas: Cabeluda, Chapéu do Sueste, dos Ovos y Trinta-Réis. La arena está cubierta de algas, principal alimento de las tortugas marinas.
Ensenada da Caieira: Integra el Parque Nacional Marino, por lo que está muy controlada. Su paisaje es increíble: morros verdes, piedras y pájaros exóticos sobrevolando la ensenada. Es ideal para la pesca, pero los baños están prohibidos por la presencia de tiburones.
Playa Atalaia: Acuario natural también en el Parque Nacional, donde la Isla do Frade configura un panorama único. Las aguas son transparentes y llanas, una perfección para practicar esnórquel.
Ponta das Caracas: Se ubica entre la Playa do Leão y la Bahía del Sueste. Piletas naturales abrigan peces multicolores, rayas y tiburones (a no preocuparse, que los baños están prohibidos).