No es un secreto para nadie que Rio de Janeiro ganó su fama internacional debido a una fiesta popular tradicional, el maravilloso carnaval de Rio de Janeiro. El mismo nuclea a miles de turistas cada año, que llegan a la “Ciudad maravillosa” para divertirse con la fiesta de carnaval más importante del mundo.
La fecha de celebración de esta fiesta es variable, ya que de acuerdo a la tradición religiosa, se inicia 40 días antes de la Pascua. Si bien, el carnaval brasilero es de origen católico, el carnaval de Rio, hace honor a los orígenes antiguos de la festividad, el Carne Valis romano, que se originó en las Dionisíacas griegas. Como buena fiesta pagana, es una celebración llena de excesos, la diversión, el colorido, los decorados y disfraces, todo es excesivo para embotar los sentidos y transportarnos a un mundo casi irreal.
Durante tres días consecutivos, el Sambódromo es el centro de la vida carioca. Por él desfilan las principales escolas do samba que representan a los distintos barrios cariocas y a las diferentes ciudades del estado, con sus increíbles trajes y los majestuosos carros alegóricos.
Pero no sólo en el Sambódromo está la fiesta en carnaval, en cada rincón de la ciudad se respira carnaval, con presentaciones de bandas en vivo, blocos callejeros, bailes populares, fiestas privadas a las que concurre la elite y el principal evento, el baile del Municipal, donde se elige el mejor disfraz del carnaval, una competencia durísima, donde cada participante se esfuerza por conseguir el disfraz más espectacular de la historia, que le gane un lugarcito en el hall de la fama. El público se reúne para danzar al ritmo de los sambas de enredo hasta caer extenuado, en una fiesta que hermana a miles de personas bajo una única consigna, divertirse.
Si visitas Rio en carnaval no podrás escapar a su embrujo. Y no es en vano que esta festividad desborde de energía, pues miles de cariocas pasan todo el año trabajando intensamente en los preparativos de la que orgullosamente llaman: “A maior festa do mundo”.